Si bien no solemos publicar artículos de este tono en nuestro blog, confesamos que nos cuesta crear nuevo contenido sabiendo que nuestras amadas Amazonas Brasileras están en alerta.

Desde defiestaenamerica.com queremos darles un poco de información recopilada por las principales fuentes de noticias del mundo.

Desde ya agradecemos el tiempo y nos gustaría que nuestra comunidad haga extensa esta nota y rezar para que todo pueda finalizar lo más pronto posible.

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Los incendios en el Amazonas

La agencia espacial de Brasil declaró que decenas de miles de incendios han quemado la selva tropical, y eso no es bueno para la lucha del planeta contra el cambio climático.

La organización espacial brasileña dijo que desde principios de año se han producido más de 72.000 incendios en la selva amazónica, lo que pone en peligro uno de los últimos refugios de biodiversidad del planeta y aumenta la preocupación por la capacidad de la región para combatir el cambio climático en medio de un retroceso de las protecciones ambientales por parte del líder de la extrema derecha del país.

Esto es lo que necesitas saber sobre las llamas destructivas y cómo podrían afectar al resto del planeta.

Hay muchos más incendios de lo habitual.

La agencia brasileña de investigación espacial, conocida como INPE, dijo este mes que hasta el miércoles, la Amazonia brasileña había visto 75.336 incendios desde enero.

Estas cifras superan con creces el número de incendios del año pasado y representan un aumento de más del 85% con respecto a 2017.

Las cifras también eclipsan las de 2016, año en que se produjeron 67.790 incendios. 2016 se relacionó con un fuerte patrón oceánico de El Niño que vio a la región enfrentarse a condiciones extremas de sequía, señala The Washington Post.

A la Amazonia se la conoce como los «pulmones del planeta».

La selva amazónica es una de las áreas más ricas en biodiversidad del planeta y cubre 2.12 millones de millas cuadradas.

A menudo se la promociona como uno de los mayores proveedores de oxígeno del planeta, así como un mecanismo clave para absorber dióxido de carbono y, por lo tanto, frenar los efectos del cambio climático.

Los bosques del mundo absorben 2.400 millones de toneladas de carbono al año, y sólo la Amazonia absorbe una cuarta parte de esa cantidad.

Pero la capacidad de la selva tropical para hacerlo se ha ido debilitando, según un estudio realizado en 2015.

Línea Naranja
 
Línea Naranja

Los investigadores han alertado que incluso sin incendios y deforestación, la Amazonia no podrá seguir el ritmo de los crecientes niveles de emisiones de gases de efecto invernadero que se liberan a la atmósfera cada año.

Los incendios no son accidentales.

El investigador del INPE Alberto Setzer dijo a Reuters esta semana que, aunque los incendios pueden ser más comunes en años particularmente secos, los humanos fueron los principales responsables del nivel desenfrenado de los últimos meses.

Los agricultores, envalentonados por el líder de extrema derecha de Brasil, Jair Bolsonaro, han estado poniendo llamas ilegales para despejar la tierra para el ganado y los cultivos.

El líder brasileño ha reducido los esfuerzos de su gobierno para frenar la destrucción, prometiendo en cambio abrir las tierras protegidas al desarrollo con el fin de estimular el crecimiento económico.

«No hay nada anormal en el clima de este año ni en las lluvias en la región amazónica, que están un poco por debajo del promedio», dijo Setzer a Reuters.

«La estación seca crea las condiciones favorables para el uso y propagación del fuego, pero iniciar un incendio es obra de los humanos, ya sea deliberadamente o por accidente».

Mikaela Weisse, gerente de Global Forest Watch, una iniciativa del Instituto de Recursos Mundiales, dijo esta semana al The New York Times que los incendios naturales eran relativamente raros en la Amazonia.

«Así que todos, o casi todos, los incendios que estamos viendo son provocados por humanos», dijo Weisse al Times.

Se pueden ver desde el espacio.

Los incendios han crecido exponencialmente en los últimos dos meses durante la llegada de la estación seca en Brasil.

El Observatorio de la Tierra de la NASA liberó imágenes de humo de los incendios que cubrían la cuenca del Amazonas, y la neblina se hizo tan mala en un momento que oscureció los cielos sobre São Paulo en pleno día.

El repentino oscurecimiento provocó una protesta en los medios de comunicación social, con algunos residentes declarando que el «apocalipsis» había llegado, mientras que otros se organizaron en torno al hashtag #prayforamazonia.

Los grupos ambientalistas los vinculan con las políticas del líder de extrema derecha de Brasil.
Bolsonaro ha estado en el poder sólo desde enero, pero la Amazonia ya había perdido más de 1.330 millas cuadradas de cobertura forestal en julio, cuando el gobierno brasileño se retractó de la aplicación de políticas ambientales, reportó el Times el mes pasado.

Los grupos ambientalistas han considerado las políticas del gobierno de Bolsonaro como una fuerza motriz detrás de la destrucción en la Amazonía.

«Los incendios sin precedentes que asolan la Amazonia son una tragedia internacional y una peligrosa contribución al caos climático», dijo en un comunicado Christian Poirier, director del programa de Amazon Watch, una organización ambiental sin fines de lucro.

«Esta devastación está directamente relacionada con la retórica anti-ambiental del Presidente Bolsonaro, que erróneamente enmarca la protección de los bosques y los derechos humanos como impedimentos para el crecimiento económico de Brasil.

Los agricultores y ganaderos entienden el mensaje del presidente como una licencia para cometer incendios provocados con impunidad injustificada, con el fin de expandir agresivamente sus operaciones en la selva».

https://www.facebook.com/rainforestactionnetwork/posts/10157490708375960

Bolsonaro ha culpado a su vez a los grupos ecologistas, afirmando en una transmisión de Facebook en vivo esta semana, sin evidencia, que las organizaciones no gubernamentales estaban causando los incendios.

Recientemente, el gobierno brasileño redujo drásticamente el financiamiento a los grupos verdes en línea con la agenda anti-ambiental de Bolsonaro.

«Tal vez -no lo afirmo- estas (personas de las ONG) están llevando a cabo algunas acciones criminales para llamar la atención contra mí, contra el gobierno de Brasil», dijo Bolsonaro en el programa, según una traducción de The Associated Press. «Hay una guerra en el mundo contra Brasil, una guerra de información.»